Las instalaciones solares requieren un mantenimiento mínimo y de carácter preventivo. Dos aspectos a tener en cuenta son:
• Asegurar que ningún obstáculo haga sombra sobre los paneles.
• Mantener los paneles limpios, concretamente las caras expuestas al sol.
En el caso de la energía solar térmica es necesario tener precaución con las bajas temperaturas para evitar la congelación del fluido. En el caso de largos periodos de inactividad de la instalación solar, hay que evitar que el fluido alcance una temperatura demasiado elevada.