La biomasa es la energía de la naturaleza. Una fuente de energía de calidad que está en toda la vida que nos rodea. Obtenemos la energía gracias a la combustión de residuos agrícolas y forestales. Esto significa que su uso, además del aprovechamiento de residuos, ayuda en la prevención de incendios y la limpieza de los bosques. La biomasa puede obtenerse también de residuos ganaderos además de la industria alimentaria, maderera y papelera.
A partir de la biomasa, se puede generar electricidad y calefacción para viviendas, vapor para procesos industriales y biocarburantes para su uso en transporte. Esta energía renovable genera empleo y promueve el desarrollo en áreas rurales, dada su vinculación al territorio
La biomasa no es neutra en carbono. Solo en condiciones especiales de manejo forestal (*) y usando restos de la industria maderera sería aceptable usar biomasa para producir energía. Convertir bosques en plantaciones de cultivos energéticos sería “extremadamente negativo” para la biodiversidad local. Los países tienen que controlar los incentivos financieros a este tipo de actividad industrial. Mientras esto no se regule parece poco sensato invertir fondos públicos en quemar bosques para generar electricidad.
(*) Por ejemplo,definiendo zonas estratégicas en las que prevenir incendios forestales, y que éstas se vinculen al consumo responsable de la industria térmica local.